lunes, 27 de septiembre de 2010

La República Independiente de mi Alma

Tenía un artículo medio hilado sobre cómo destrozar una empresa aplicando 10 técnicas, pero las actuales circunstancias me han producido unos sentimientos que piden paso urgente a éste adelantándolo, pintando palabras en el papel (la pantalla en este caso), para no explotar en mi interior.

La muerte de José Antonio Labordeta con quién no compartía todas las ideas, pero que admiré de él su valentía y honestidad y un vídeo sobre Venezuela, en el que se pone de manifiesto la importancia de la persona individual otorgándole la responsabilidad directa o indirecta de todo lo que se forja a su alrededor, me incita a contaros algo que está dentro de mí hace tiempo y que me atrevo a desnudar ante vosotros. Espero no arrepentirme de ello…

Tuve que probar políticamente varias veces la derecha y luego la izquierda (ya no recuerdo en qué orden), dándome cuenta de que al final, ninguna de las dos opciones contemplaba las ideas mínimas que por lo que fuera, necesitaba para sentirme cómodo entre sus siglas, aunque fuese simplemente en el ratico de votar. Y llegué a la conclusión de que siempre me arrepentía meses después de elegir la papeleta que al final acababa depositando en el buzón. Entonces, probé a adoptar otras soluciones de “centro” y también la cagué.

Me moría de la risa cuando en mi época de Director General de la Cámara de Comercio de Huesca, donde a mi humilde entender, es recomendable andar libre de ideologías políticas que puedan “ayudarte” a tomar otras decisiones que las que la propia Ley de Cámaras deja perfectamente marcadas en su texto, todos mis contactos políticos pensaban que yo militaba en “los otros”, con todas combinaciones disponibles. Los del PP que era del PSOE, los del PSOE que del PAR, etc… Yo sólo sonreía pícaramente cuando me hacían un “grado 3” interrogándome.

Al final, descubrí que tenía amigos honestos, trabajadores y maravillosamente locos en los tres partidos mencionados, además de en la CHA, y con todos ellos a veces incluso mezclados a la vez, cenábamos, bebíamos y teníamos unas tertulias de esas que si sacas a pasear humildemente el don de escuchar, te ibas al catre con la sensación de haber aprendido más cosas importantes con ellos, que todo lo que absorbí en la carrera de Ciencias Empresariales de las de antes de 5 años, como poco.

Al final también, me he dado cuenta de que con el tiempo y la experiencia vas andando el camino de la vida, en la que te llevas muchas alegrías, pero alguna navajada trapera también y revisando las cicatrices, me he ido replegando en mi propio territorio de creencias más contrastadas, tomando y dejando en el camino, unas ideas de unos y otras de otros, configurando mi propio pensamiento y decidiendo quedarme a vivir para siempre en “LA REPUBLICA INDEPEDIENTE DE MI ALMA”.

Potaje de pensamientos que no tiene un soporte fijo con logotipo o líder concreto, basado en un derecho natural, que depende fundamentalmente de sentimientos de libertad, honestidad, de solidaridad, de protección al planeta en el que vivimos y siempre desde un prisma de escucha y respeto a todas las ideas capaces de ser pensadas por la “buena gente” que sólo quiere poner su granito de arena para mejorar este Mundo en el que nos ha tocado vivir.

Es por eso, que me encanta la intervención del estado en temas sociales, de seguridad, de la justicia y me gustan a la vez las oportunidades que te favorece la existencia de un libre mercado internacional, donde se respeten escrupulosamente los derechos humanos y donde los mejores, más inteligentes y más trabajadores puedan triunfar por encima de los vagos, listillos y ladrones con o sin corbata, que no hacen más que estorbar a los demás y todo desde un prisma de solidaridad con TODOS los necesitados, con unos ejércitos unidos protegiendo siempre a los débiles, sean de la religión o el color que sean, independientemente del posicionamiento estratégico de sus territorios y de sus riquezas naturales.

Amo la democracia bien entendida y la amaría mucho más si el nivel de conocimiento social (llamado habitualmente “cultural”) fuese más elevado que el actual (revisad las parrillas de la actual TV y el horario del programa de Eduard Punset por ejemplo) y el pueblo pudiera defenderse con una mejor educación, de todas las estrategias de manipulación masiva pre y post electoral que se usan ya con operatoria casi de manual.

No soporto ver cómo en determinadas geografías, estás obligado a morir por una peritonitis por estar a más de dos horas de ambulancia o de un centro médico con recursos suficientes para operar de urgencia o tengamos que desplazar a miles de niños casi bebés, para que reciban su primera educación, cuando los padres pagan en sus negocios o nóminas (si tienen la suerte de tenerlas), los mismos porcentajes de IVA, IRPF o Sociedades que yo, por ejemplo, que vivo en el centro de Zaragoza y que tengo en un radio de 10 minutos andando, 5 hospitales y una docena de colegios. Para un habitante de Revilla en el Pirineo de Huesca pegado a Francia, el que está lejos no es él, sino el Hospital..

No puedo callarme ante los genocidios de finales del siglo XX y XXI, mientras yo estaba aquí tan pancho, pensando que aquellas barbaries terminaron con el “joputa” de Hitler y que en el formato actual que queramos, de guerra tribal o de simple dejadez, son nuestra responsabilidad y que individualmente preferimos auto-excusar adoptando una actitud pasiva, diciendo que una sola particular actuación no va a solucionar el problema.

Una gran señora, Consuelo Crespo, presidenta de UNICEF España, con quien tuve la oportunidad de hablar personalmente en un par o tres de ocasiones, me lo dejó clarito. “Ya sabemos que tú sólo no puedes arreglar el hambre del Mundo, pero sí que puedes salvar la vida a ese niño de ahí si le das de comer y alguna medicina (señalándolo con el dedo)”.

Me cabrea enormemente que se esté perdiendo el tiempo, el dinero y los ya escasos recursos en todos los preparativos de la próxima huelga general de imagen, donde nadie va a cambiar nada y ya se sabe por todos y que van seguir algunos queriendo y otros por obligación, al no poder ni siquiera ejercer su libre derecho al trabajo y desplazarse a sus puestos y lo peor de todo es que serán incorrectamente contabilizados y tampoco pasará nada. Aquí, o llevas una pancarta grande y cortas el tráfico jodiendo a “todo kiski”, o a callar como si estuvieras de acuerdo con todo.

Ese día, pienso madrugar más y trabajar el doble que cualquier otro normal, para compensar en la parte de responsabilidad que a mí me toca, el destrozo que en nuestra maltrecha economía, va a producir seguro. Lo que nos faltaba!. Bomberos apagando el fuego con lanzallamas repletos de Napalm para despistarnos de lo realmente importante. Ya me estoy pre-cachondeando de las cifras que darán unos y otros orgullosos del éxito obtenido, con diferencias del 50% en los datos de participación. ¡Qué vergüenza!. No cuela, Srs.. No cuela.

Con las chorradas, minutos de Televisión, dietas de los que se reúnen para pactar los servicios mínimos y pérdidas de nuestras empresas y negocios que tendrán dificultades para desarrollar su honrosa actividad, se podrían pagar con sobras las nóminas pendientes de los pobres mineros que ven como sus vidas y sus territorios están condenados a la extinción. Que se encierren junto a ellos en la mina a ver cuánto aguantan.

Y porque creo que todo esto que estoy diciendo, lo vais a entender muchos de vosotros y que incluso podría haberlo escrito cualquier otro antes en mi lugar, lo digo alto y claro. Y lo digo tan públicamente como me sale de ahí, para ver si consigo estimular un gramo la conciencia de quienes estáis entendiendo claramente lo que intento transmitir con toda humildad en el más puro estilo LABORDETA. ”¡Hala a la mierda!”

¿Que porqué no hacemos un partido político con todo éste resumen y más ideas similares , que aparentemente triunfaría?. Pues porque el propio sistema que nosotros mismos alimentamos, lo fagocitaría (ver caso de Rosa Díez). Porque para empezar, todo lo que he dicho, sería suscrito frunciendo el ceño y asintiendo como la perra de mi padre (que te mira “así como si te entendiera”), por todos los partidos políticos en un amplio porcentaje del contenido y dirían que casi todo ello, ya está contemplado en sus programas actuales. Es como en el caso de Labordeta. Ahora, de repente, todos lloran su muerte y quieren salir en la foto final, hasta los que le ponían a parir hasta hace 4 días aun sabiendo que se estaba muriendo.

Porque como dice el valiente vídeo Venezolano, “Deja de Criticar... Haz” (disponible en youtube), la responsabilidad de todo lo que nos pasa (refiriéndose a ese bendito país), es solamente nuestra y de nadie más y hemos de empezar a pensar en cambiar lo que no nos gusta de este Mundo, sea lo que sea, partiendo desde la individualidad de la persona… empezando por uno mismo tras mirarte a los ojos en el espejo.

Porque sólo así, unidos, podemos borrar todas las fronteras del Mundo y romper todos los muros que nos quieran detener en nuestro camino hacia la libertad y la paz.

9 comentarios:

  1. muy bueno Jose Luis,
    Un abrazo,

    Guillermo Villamor

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  2. Sin palabras, Exelente.:)

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  3. Amén!! Supongo te has quedado vacio y con el alma bien limpia. Muy buenas reflexiones, desde "tenía" hasta "paz". Saludos. Fernando

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  4. "Ya sabemos que tú sólo no puedes arreglar el hambre del Mundo, pero sí que puedes salvar la vida a ese niño de ahí si le das de comer y alguna medicina"

    Un objetivo tangible, alcanzable... y unos medios. Y después... no cejar en el empeño.

    "Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir" Walt Disney

    Hala, a ver si subes y echamos una caña amigo.

    Un fuerte abrazo

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  5. Yo voto al partido "Hala, a la mierda",agradezco tus reflexiones,que siempre invitan a la propia reflexión (

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  6. Remuant, éprouvant mais tellement réel
    Continu, tu es dans le vrai

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  7. Tienes todo muy claro José Luis y es así al que hay que votar,pero lamentablemente hay pocos héroes en este mundo y mucho demonio por el medio

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